Pruebas de autos argentinos

Ford F-100 XLT Diesel MWM - 1993 De raza y con más confort Revista Parabrisas Nro 176. Junio de 1993

Para el trabajo, la ciudad o el ocio, la F-100 XLT Diésel muestra su evolución con estilo moderno y nivel de equipamiento

Décadas atrás, las pick ups eran solamente vehículos o herramientas de trabajo: para el campo, el interior o las zonas rurales, transportando cargas no muy pesadas. Eran tan rústicas como robustas. Pero la evolución, como también las necesidades, las hicieron más estilizadas, elegantes y fueron ganando confort interior y de marcha.

También te puede interesar

- Prueba del Chevrolet D-20 Custom De Luxe
- Comparativa Toyota Hilux 2.4 S/C 4x2 D vs Ford F-150 2.5 HSD TDI vs Chevrolet S-10 2.5 TD S/C vs Peugeot 504 D

Además cambiaron las decoraciones siguiendo la moda de los norteamericanos. Hoy en día se puede ver una pick up en el trabajo diario, pero también llevando una moto o una tabla de wind surf en la caja, o hasta estacionada en un shopping center. Porque las pick ups actuales, como esta F-100, ya se equipan con aire acondicionado, dirección asistida, levantacristales y espejos externos eléctricos, caja de cinco marchas, equipo de sonido de primer nivel y paneles e instrumental tan completos como los de un automóvil.

Su estilo se enriqueció con la nueva decoración, llantas y cubiertas más grandes

Por otra parte, la demanda de pick ups es importante en nuestro país: 16.308 se vendieron en 1992, de las cuales 12.718 fueron Ford y el resto Chevrolet. Pero promediando abril ya se llevaban vendidas 4.351 unidades, la mayoría Ford, aunque se prevé un mercado de 25.000 para este año. En lo que respecta a esta nueva pick up F-100 XLT diésel, cambia radicalmente con relación a su versión anterior. Ella corresponde a la gama previa a la que se vende ahora en los Estados Unidos, y es exportada a Brasil en sus versiones nafteras, con el rótulo de F-1000.

Exteriormente la F-100 ganó jerarquía y elegancia. A la pintura metalizada se le agregaron franjas decorativas en los laterales. Las cubiertas son más grandes y las llantas tienen un toque deportivo.

El interior es seguramente el cambio más radical, al dotarlo de todos los elementos de confort, similar al de un automóvil. Las teclas de levantacristales están ubicadas en los paneles de las puertas, al alcance de la mano, igual que el control de los espejos. El cambio de luces ahora se colocó en forma satelital al volante, en lugar del antiguo accionamiento por intermedio de un botón en el piso.

El panel de instrumentos contiene hasta cuentavueltas y dentro del mismo una luz amarilla advierte cuando todavía no puede encenderse el motor. Pero con todo esto aún le faltan detalles: no posee luz testigo del freno de mano y no tiene manija interna para que el acompañante se sostenga. Además, con todo el confort que dispone, sería bueno reemplazar el asiento enterizo por butacas.

La caja tiene un piso antideslizante y aumentó su capacidad de carga

Mecánicamente, las diferencias con respecto al modelo anterior son notorias. El nuevo motor MWM, de origen brasileño, reemplaza al anterior Perkins. Es un 4 cilindros en línea, de 3.920 cm3, inyección directa, una tapa por cilindro y bomba inyectora rotativa. Con esta nueva planta se ganó más potencia, mejor torque, menor nivel de ruidos y seguridad, porque acelera ágilmente, logra buena velocidad final y empuja en cualquier marcha. La caja también es otro capítulo aparte porque la Clark CL dispone de cinco marchas hacia adelante y está mejor relacionada que la anterior, de sólo tres.

Indiscutible en el trabajo rural, ahora se agrega confort, equipamiento y una barra protectora

La suspensión trasera también se modificó, ampliando la distancia entre los apoyos de los elásticos para mejorar la tenida en curvas. En el chasis. los bastidores tienen ahora largueros estampados en una sola pieza, aumentando la flexibilidad y resistencia. Esta serie de cambios permitieron aumentar su capacidad de carga a 1.200 kg en lugar de los 750 de la anterior, incrementando el volumen de carga un 21%.

En el aspecto seguridad, también evolucionó: los discos delanteros ahora son independientes de la maza, la columna de dirección posee dos tramos no alineados para ganar seguridad en los choques de frente y el tanque de combustible ahora es de plástico y de mayor capacidad.

En la pista de pruebas, la F-100 tuvo un desempeño sorprendente: 128,3 km/h de velocidad máxima, mientras que acelerando hizo 0-100 km/h en 29s48 y 42s70 en los 0-1.000 metros. En elasticidad marcó 32s53 de 40 km/h a 100 km/h. Pero donde más se destacó fue en con-sumo: en ciudad recorre 8,60 km/l y en ruta, a 100 km/h alcanza los 11,20 km/I, cifras similares a las de un automóvil con motor grande, pero con menor coeficiente aerodinámico.

Frenando también superó las expectativas ya que en la prueba de 100 km/h a 0 necesitó 61,20 metros. Felizmente su sonoridad es buena para un diesel, con un promedio de 66 decibeles.

El motor, de origen brasileño, es de última generación

.

CONCLUSIONES

Los más

• Robustez y confiabilidad

• Equipamiento similar al de un automóvil

Los menos

• Tránsito complicado por el barro por neumáticos no apropiados para ese uso

VELOCIDAD MÁXIMA 128.300 KM/H
(En la pista de test)

NUEVO MOTOR DIÉSEL Y CAJA DE QUINTA: DOS BUENOS ACIERTOS

DE LAS 25.000 QUE SE VENDERÁN ESTE AÑO, LA F-100 SERÁ LA LÍDER

EQUIPAMIENTO

- Aire condicionado
- Espejos y levantavidrios eléctricos
- Dirección asistida
- Radio AM/FM
- Tapizado de pana
- Llantas deportivas
- Caja de cinco marchas

EN LA RUTA SE LA PUEDE CRUCEREAR A 100 KM/H POR SU BUENA ESTABILIDAD

Vea también

Road Test del Ford F-100 V-8
Revista Parabrisas Nro 46. Septiembre de 1964

Road Test del Ford F-100 XLT HSD Maxion 2.5 TDi
Revista Auto Test Nro 91. Mayo de 1998

Road Test del Ford F-150 4x4
Revista Parabrisas Nro 103. Diciembre de 1986