La concesionaria Ford Serra Lima S.A. es la más antigua y una de las más prestigiosas concesionarias de la marca en actividad en nuestro medio. A ella pertenece un hombre ampliamente conocido dentro del mundo del deporte motor criollo: José Mario Serra Lima.
También te puede interesar
- Prueba del Torino Lutteral Comahue
- Prueba del Chevrolet Chevy Baufer DB
Don José Mario, además de ser activo dirigente del automovilismo deportivo -es en la actualidad vicepresidente de la Asociación Argentina Automóviles Sport- tiene una extensa trayectoria como hombre inquieto (por no decir fanático) del fierrerío corsa acuático y terrestre.
Sirva lo antedicho como tarjeta de presentación. Por ello es que no nos puede extrañar que Serra Lima S. A. haya decidido incursionar en el vasto campo de las "preparaciones" de los coches de serie, para brindarles a su clientela un coche diferente con más vitaminas, y eso es precisamente lo que hicieron al lanzar el Falcon SL.
La prueba de slalom: resultado no muy brillante, anduvo en 16 segundos
El coche
La idea mater del nacimiento del Falcon SL fue la de hacer un coche que sin apartarse de su característica de riguroso coche de pasajeros, tuviera una cierta fisonomía deportiva.
La fisonomía deportiva, como es de suponer, no reside en la apariencia externa -aunque como veremos más adelante algo de ello hay- sino fundamentalmente en un aumento de performance completa: mejor aceleración (fundamental), mejor frenado y algo más de velocidad máxima (aproximadamente un 10 por ciento más de la de fábrica).
Para incrementar la aceleración y la velocidad máxima, como es sabido, se pueden recurrir a muchísimos artificios más o menos complicados que darán más o menos "polenta" plus pero a medida que aumenta la aplicación se incrementa el costo de la modificación. Eso es justamente lo que en Serra Lima no quisieron hacer. En resumen quisieron darle el extra de potencia necesario (unos 5 ó 6 HP) alterando el menor número de piezas originales. En consecuencia el "SL" adoptó solamente y a diferencia del original (motor Futura 187) los resortes de válvulas de mayor carga y una modificación del múltiple de admisión para colocarle los tres carburadores Holley (similares al original de fábrica).
Los resortes nuevos son los mismos que provee Ford Motor Argentina para su equipo de alta performance. La modificación del múltiple es sintéticamente lo siguiente: se han hecho en los extremos del múltiple original dos orificios y sobre aquél, ahora con tres perforaciones, se coloca un "falso" múltiple que tiene tres bocas para los tres carburadores, asegurando la estanqueidad, sendas juntas de neoprene. Este múltiple postizo o falso fue fabricado para Serra Lima por equipos "Tigre" en una aleación de aluminio. Es muy interesante el varillaje de los carburadores que asegura la acción progresiva del conjunto, es decir, la primera porción de "pisada" de acelerador acciona el carburador central, entrando un tanto después a trabajar los carburadores de los extremos.
La caja de cambios es idéntica. salvo que se le ha colocado palanca al piso (fabricada por RICANA). El sistema de frenos ha sido mejorado por la introducción de un servo Midland que permite reducir el esfuerzo sobre el pedal. El silenciador de escape fue reemplazado por otro de doble salida amortiguado con lana de vidrio. En lo referente a suspensión, sólo se reemplazaron los amortiguadores por cuatro unidades De Carbon tipo competición.
El SL es un tanto blando de suspensión para correr en circuitos. Rola pronunciadamente, con resortes más duros tal vez ...
La prueba y sus conclusiones
El Falcon SL tiene la mentada cierta fisonomía deportiva. No se aparta de ese concepto. Su aceleración ha ganado algo respecto del Futura de fábrica, pero lo interesante es que esta aceleración plus viene muy suavemente sin saltos. La velocidad máxima no es exorbitante, pero teniendo en cuenta que sólo hay modificaciones de carburación -nada más- nos podemos dar por más que satisfechos.
En las pruebas a que sometimos al SL en el autódromo, pudimos constatar dos hechos fundamentales para caracterizar al coche: el primero, como ya queda dicho, referente al motor y sus controles. Aquí no tenemos nada que decir en contra: se comporta magníficamente y acorde a las características de la preparación liviana.
La segunda, referente a la tenida del vehículo: lo encontramos un tanto blando para los virajes fuertes -aún en el curvón levantaba algo la rueda trasera interior -con el consabido inconveniente, pero a la vez nos resultó muy agradable en los caminos abruptos y en los obstáculos tipo cuneta. Pensamos que tal vez resortes de más carga fueran algo más beneficiosos en curvas veloces.
Otro detalle que no contribuye a la guida veloce es la posición de manejo que es la original de fábrica, o sea muy sobre el volante. El tiempo obtenido en el circuito perimetral. demasiado pobre, se explica por la escasa velocidad tope y la imposibilidad de tomar el curvón con todo por la "levantada" de rueda tractora interna. En cambio muy bueno el tiempo en el circuito Nro 5 gracias al excelente torque a medios regímenes y a la salida limpia del motor.
Conclusión final: una buena modificación, que da una performance aceptable con un consumo de combustible prácticamente igual al standard, salvo -claro está- que uno se entusiasme mucho con el pedal del acelerador.
En el compartimiento del motor del SL, se ven los tres carburadores y a la izquierda el "pulmón" del servofreno
|
Carrocería |
Distancia entre ejes. 2.78 m
Trocha delantera. 1.40 m
Trocha trasera. 1.39 m
|
|
Seis cilindros en línea. Diámetro de los cilindros 90.42 mm. Carrera de pistones 79.40 mm. Cilindrada 3.064 cm3. Potencia 120 HP a 4.500 rpm (aprox). Relación de compresión 7.2:1. Carburación: tres carburadores Holley de 36,5 mm de garganta
|
|
|
|
|
|
$ 1.953.000- (El Ford Falcon Futura costaba $ 1.930.000) |
.