Pruebas de autos argentinos

Fiat 125 Sport- 1977   "La potenciada"   Revista Corsa Nro 557. Febrero de 1977

Comenzamos en la Capital, la seguimos por la zona de Cuyo y lo terminamos en la ruta donde tenemos marcados los 1.000 metros. Muchos miles de kilómetros arriba de esta nueva versión de la cupé 125 nos permitió descubrirle todos los pro y contra que a nuestro juicio presentó la unidad en cuestión

Hace más de un año por caminos del norte, y aprovechando el trazado del Gran Premio de Turismo Nacional testeamos la Berlina Fiat 125 "Potenciada". La misma que salió a la venta sin promoción, y que ahora -por medio de grandes avisos- ha sido definitivamente lanzada al mercado con algunos cambios de aspecto exterior como nuevos colores, cromados pintados de negro mate, llantas de chapa más anchas, tapizado de pana bordeaux, etc., etc.

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Ahora, tras haber tratado de despanzurrar un Peugeot 504-2.000 le tocó el turno a la otra potenciada, "la cupé". Un auto que tiene una neta tendencia deportiva y que desde hace ya muchos meses, algunos ejemplares habían sido motorizados con la versión "potenciada" del biálbero de Fiat y vendidos al público.

En estos momentos, alrededor de un millar de estas unidades estarán rodando por el país y muchos de sus propietarios, muy probablemente, desconozcan que el motor de su unidad es un auténtico "potenciado" que eroga un 10% plus de potencia y que, a no dudarlo, se manifiestan al apretar el acelerador a fondo.

Robustez y potencia

Nuestro viaje de prueba, en esta ocasión, se hizo por la zona de Cuyo. Asfalto muy veloz, faldeo de pavimento con subidas y bajadas, ripio grueso y caminos tortuosos, base firme de tierra y demás tipos de accidentes geográficos.

La primera y más grata impresión es la de la notable salida de abajo que tiene el motor y como además está bien relacionado, arriba de las 5.000 rpm, en cualquier cambio o directa, parece que una pequeña pero potente turbinita Pratt & Whitney se pone en funcionamiento. Y uno sigue a fondo y la tercera llega a las 7.000 rpm, se baja la cuarta, la aguja cae unas 2.000 vueltas y el motor sigue empujando, la aguja del velocímetro trepa y esa agradable sensación de manejar un auto a más de 160 km/h comienza a vivirse.

A diferencia de otros Fiat, ésta cupé tiene una insospechada tenida direccional, algo en que sus hermanos y predecesores no se anotaban en la lista de virtudes. Con buen balanceo y correcta alineación el auto anda muy derecho, no se mueve en demasía y no trasmite extrañas sensaciones al conductor.

En las curvas lentas su geometría de suspensión y puesta a punto de la misma tiene una sana y agradable inclinación a irse de trompa. Hay que apuntar las ruedas a la cuerda interna y manejar con el pie derecho. Darle gas hasta que la trompa comienza a arrastrar, el auto deriva hacia el lado externo, entonces una oportuna "levantada" hace que todo el conjunto vuelva a transitar por la trayectoria que uno eligió.

Es dócil, manejable y leal, aunque en curvas de volvete (como dirían los cordobeses) la rueda trasera del lado interno pierde adherencia, inicia un zapateo y en ocasiones desacomoda un poco el auto. Pero en general, en lo lento con piso de asfalto no se manifiestan caprichos o espantadas ingobernables.

Como era de suponer, en lo veloz, se comporta de manera bastante neutra. Un leve, casi imperceptible vicio por el "oversteer" (subvirante) hace que se la pueda llevar con mano firme y sin problemas por el radio elegido. No rola en demasía y con buena presión de gomas (léase unas 35 libras) la cupé es muy manejable y hasta agradable para hacerse el Nuvolari en esos curvones que se hacen a fondo pero con mucha fineza y buscando muy bien el lugar por donde se pisa.

Todo esto no sirve de nada cuando en lugar de asfalto se circula por el ripio. No hay vuelta que darle, uno se siente Rodríguez Canedo o Di Nezio porque la cola aparece por la ventanilla. En cada curva una corrección. Volante, cambio justo, acelerador y ¡avanti! ... una muy interesante aunque poco segura sensación de estar doblando sobre un piso de mosaico repleto de bolitas del chico del vecino.

Pero el tema apasiona, cada vez uno se tira más y las respuestas son las mismas. La corrección algo adelantada, después de andar un rato, hace que la cola se espante menos y por suerte llega una ráfaga de responsabilidad que hace pensar que es una lástima devolverle a Fiat una cupé semidestruida como para cambiarle una puerta, un parante y techo completo.

Porque este asunto de andar en montaña rápido puede interesar al más neófito y generalmente es la geografía la que termina triunfando. En términos generales Ud. ya tiene una leve idea de cómo se comporta la Cupé en todo tipo de terreno. ¿Con lluvia? No hay problemas siempre y cuando sus neumáticos estén en condiciones. Nuestras Cinturato Pirelli nos llevaron a las mil maravillas por muchos caminos mojados, húmedos y hasta embarraditos.

El motor (lo mejor) y otros detalles (no tan mejores)

Como dijimos al comienzo el motor de la Cupé Fiat 125 "Potenciada" es la virtud Nro 1 del auto. Empuja, tiene potencia, no se lo nota forzado a regímenes de 6.300 / 6.400 vueltas en cuarta y además es bastante elástico, pese a que las HP se hacen notar arriba de las 4.500 / 5.000 rpm.

En el tránsito de Buenos Aires (cada día más lento pese a las vacaciones) se puede circular sin necesidad de andar tirando cambios como un loquito. La segunda (por ejemplo) a 2.000 rpm responde sin problemas y lo mismo sucede con la tercera. La gama de potencia, evidentemente, es amplia y buena.

En trazados veloces, doblando a 140 km/h. la directa responde correctamente y a 120 km/h, si se necesita más adherencia en el tren trasero no existen inconvenientes en mandar un "tercerón" y seguir pisando sin temor aunque la aguja del cuentavueltas llegue a las 7.000. En fin, un motor de maravillas para todo aquél que en mayor o menor grado lo sepa disfrutar.

En zonas de montaña, llevarla alegre se convirtió en un placer para nuestros probadores

Los 125 HP se hacen notar. Están allí, debajo del capó produciendo un sonido nervioso cuando las dos bocas del carburador aspiran y la espalda se aprieta contra el respaldo. Esos mismos HP hacen que la velocidad final esté en el orden de los 175 km/h. lo que es más que interesante para un motor de 1.608 cm3 de cilindrada.

A excepción del aludido y aplaudido motor, el resto del auto es igual al de cualquier cupé Fiat 125 No Potenciada. Misma parrilla, diseños de faros, vaguetas, etc. En todo este resto es donde se encontró el mayor cúmulo de críticas apuntables.

Si empezamos por sentarnos en el auto, lo más discutible, de movida, es la posición de manejo. El asiento es alto, duro, poco anatómico y el volante (aunque de aspecto muy deportivo con su cuerina negra) de poco diámetro que logra que la maniobra de estacionar sea un martirio. Un "timón" de mayor diámetro hubiese sido indispensable a los efectos del confort más que a lo estético.

Durante las pruebas de frenaje, midiendo las distancias desde el punto en que se dió la señal de parada y el lugar en que se detuvo completamente el vehículo

Midiendo la pisada estática del neumático, con 30 libras de presión la Cinturato dió 1,845 metros. Con este valor se calcula -teóricamente- los kilómetros/hora cada 1.000 rpm del motor a cada velocidad

Algunos detalles de terminación, la hermeticidad del auto (entra un chiflón que da en los riñones del conductor), la visibilidad hacia atrás y lateral (muy escasa), la radio ubicada allá abajo en la consola, la guantera de tamaño diminutísimo, la ausencia absoluta de cinturones de seguridad (ni siquiera de cintura, caramba), y los limpiaparabrisas de escasa superficie de barrido, son algunos de los defectos que saltan a la vista a pocas horas de tomar contacto con el auto.

Las luces, en cambio son muy eficaces y el sistema de "palanquita" de cambio, idern, El consumo no es alto en ruta aunque puede llegar a asustar un poco en ciudad, Los frenos son buenos, el servo asiste bien y los neumáticos ayudan. El instrumental aunque de un diseño antiguo y de lectura no muy rápida es completo (y eso es lo que importa ¿no?) y la palanca de cambios y la caja funciona a la perfección y a excepción de un sincronizado de segunda algo gritón cuando se lo apura para bajar de 3era a 2da, el conjunto es apto y agradable para su manejo.

Del styling no vale la pena conversar muy largo porque ya opinamos al respecto, Tiene sus admiradores y sus detractores. Nosotros estamos justo en el medio. No nos parece una línea atrayente, nos parece alta de cola y de techo a piso como así también su cintura. La terminación fastback no está lograda y la misma hace que la visibilidad hacia atrás por medio de la luneta sea bastante escasa.

Las puertas de gran tamaño -y peso, of course- se descalibran con facilidad. Pero, en las cupé este asunto es muy complicado de solucionar cuando un volumen tan grande queda suspendido tan sólo por medio de dos bisagras que por más robustas que sean no dan abasto.

La ventilación del habitáculo tampoco es buena. Hay sólo una opción: O viajar en ruta con todo cerrado (lo que en verano no es placentero) o hacerlo con una pequeña porción de ventanilla abierta y ventilete lo que forma adentro del auto una verdadera corriente de aire. Los laterales traseros de apertura limitada hacia afuera no ayudan en este tema.

Sintetizemos ... sintetizemos

Al momento del balance toman fuerza los argumentos que expone el motor. Es un auto divertido para todo aquel que tenga cierta tendencia al manejo veloz, porque la cupé en cuestión frena, dobla sin vicios graves aunque no tan bien como la berlina, acelera, viaja rápido y tiene cierto aire deportivo.

En los elementos de confort, accesorios y demás es donde se encuentran las mayores fallas. Por su precio y prestaciones tendría que ofrecer detalles de terminación más acordes a la imagen que de ella se pretende. Soldaduras a la vista, "globitos" de pintura y cromados defectuosos no son cosas como para pasar por alto.

Un auto agradable de conducir, franco y que lleva con cierta comodidad a dos personas mayores y dos niños. Porque los asientos de atrás no ofrecen comodidad como para dos adultos. Bueno, defecto éste último que no se puede criticar si hablamos de una cupé.

Para el resto y su comparación con la berlina, nada más adecuado que ir a los cuadros y gráficos que completan éste road-test que hoy les ofrecemos, Allí y en el recuadro final de "PRO" y "CONTRAS".

CONCLUSIONES

Pro

• Elevada velocidad máxima. Buen rendimiento de motor y excelente aceleración

• Elasticidad del motor a bajo régimen
• Consumo económico a altas velocidades
• Efectiva tenida en ruta
• Buen funcionamiento de los frenos. No bloquea ni tiene tendencia a cruzarse
• Luces seguras y adecuadas a la velocidad del auto
• Correcta ubicación de la palanca de cambios
• Neumáticos adecuados a la performance del auto
• Instrumental completo de buen funcionamiento
• Baúl de generosas dimensiones
• Freno de mano bien ubicado y de buen funcionamiento

Contra

• Guantera de tamaño demasiado reducido

• Radio de regular calidad. Parlantes ubicados solo atrás
• Asientos poco anatómicos y altos
• Falta de cualquier tipo de cinturón de seguridad
• Volante de tamaño muy pequeño
• Sistema de escape proclive a roturas
• Falta de espejo retrovisor exterior
• Escobillas de poca sección de barrido
• Antena ubicada del lado opuesto al del conductor
• Tapa de baúl chica y de poco ángulo de apertura
• Mala visibilidad hacia atrás

Puntaje final: 77.09

VELOCIDAD MÁXIMA 174.786 KM/H
Promedio de las dos mejores pasadas en sentido contrario

Escasa abertura y tamaño de la tapa del baúl. A pesar de ello el espacio interior del baúl es amplio

El panel de instrumental es completo y de lectura fácil, el porcentaje de error del velocímetro se mantiene dentro de límites aceptables

El responsable directo de las buenas performances obtenidas en las pruebas. Su denominación correcta es 125 BC.038, en casa lo llamamos "potenciado"

La guantera es muy pequeña, demasiado pequeña, el objetivo de una cámara fotográfica no entra

El barrido de las escobillas del limpiaparabrisas es escaso para la gran superficie vidriada del parabrisas. Queda una franja ancha sin barrer en la parte superior, centro y lado derecho

Road Test del Fiat 1600 Sport
Revista Corsa Nro 291. Noviembre de 1971

Road Test del Fiat 125 Potenciado
Revista Corsa Nro 501. Enero de 1976