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100 años del
automóvil
Por Germán Sopeña
Revista Parabrisas Nro 100 Septiembre
de 1986 |
1290 - 1806 La Prehistoria
"
... los carros asolarán los caminos, se desafiarán unos a otros,
brillarán como antorchas y correrán como relámpagos ..."
(Nathan, profeta de la
corte del Rey David, un siglo A.C.)
"Los carros asolarán los caminos ..." la cita -válida por cierto- pertenece a Nathan, profeta de la corte del Rey David, quien predijo esto cien años antes del nacimiento de Cristo.
A la aseveración profética podemos agregar palabras de Roger Bacon escritas alrededor de 1920: "Será posible algún día construir carros que arrancarán y seguirán en movimiento sin el empleo de la fuerza humana, ni de la tracción de un caballo o de cualquier otro animal".
La idea de un vehículo capaz de moverse por si solo aparece en las máquinas pergeñadas por Roberto Valturio -y estamos hablando del siglo XV- de las que es posible hallar documentación amplia en su tratado "de Re Militari" pero estos carros, al igual que los de su contemporáneo Mariano da Siena empleaban, para moverse, fuerzas naturales:
La
fuerza muscular era multiplicada por un ingenioso juego de
transmisión y la alternativa, de viento, suministrada por un ventilador
de cuatro palas y un sistema de engranajes que movía las ruedas.
Pero
el carro automotor no se esboza como proyecto sino hasta los siglos XV y
XVI cuando Leonardo Da Vinci en su "Códice
Atlántico" proyecta un vehículo movido por un sistema de relojería, con resortes que proveen la
potencia necesaria.
En
la misma obra se explica el sistema de transmisión de esa fuerza a las
ruedas. Muchas de las teorías de Leonardo se refieren a la aplicación de
principios mecánicos a la locomoción. Justo es recordar (y tedioso por
lo reiterado) que este fue el nacimiento de los engranajes epicíclicos
que, con los siglos, encontrarían múltiples aplicaciones en los
automotores.
Aprovechamiento original y estrambótico de la tracción a sangre en este proyecto de Clemente Masserano
Otro tanto ocurre con los desarrollos de Gerolamo Cardano de Pavia, el más famoso de los cuales son las juntas universales o movimientos articulados que hoy llevan su nombre (cardánicos) y con los del ingeniero militar Agostino Ramelli di Ponte Tresa (1530-1590), en los que se analizan cojinetes de cigüeñales con muñones desfasados 180º y sistemas planetarios. Ramelli construyó en 1958, un carro anfibio movido por cigüeñales propulsados por varios hombres.
Otro italiano, Giovani Battista Branca, de Sant´ Angelo (1571 - 1645) en Lizzola cerca de Pesaro, aplica en forma muy rudimentaria el principio de la turbina tomando como base la pila eólica inventada 150 años antes de Cristo por Herón, matemático alejandrino.
Son innúmeros los intentos por resolver el problema de la locomoción, que se fueron acumulando a través de las centurias hasta llegar al siglo XIV. La fuente de potencia era el vapor, o se intentaba con el viento, o se ensayaba con la conversión de diferentes formas de tracción a sangre. Una conclusión es válida: fue Leonardo quien intentó un automóvil, un vehículo apto para el transporte individual. Y también fue él quien intentó el aeroplano, con sus constantes ensayos en su máquina "per volare".
En ambos casos el fracaso se debió a la falta de una
fuente de potencia independiente de las fuerzas naturales (músculos o
viento) que ofreciera un cierto margen de confiabilidad.
Ambos
medios de transporte reconocen este origen común y comenzarán a
desarrollarse juntos no bien aparezca un motor útil y apropiado.
Ambos crecerán juntos y el avión se fijará en el auto, para aprender a
dar sus primeros saltitos.
Pero
esto se modificará más tarde. El extraordinario desarrollo alcanzado por
el automóvil, su técnica y sus dispositivos, perderán terreno después
de la Segunda Guerra. El avión en cambio, acelerará tremendamente su
perfeccionamiento a partir del conflicto bélico de la década del
treinta, para ganar terreno respecto de su compañero de aventuras, que
paradójicamente, se estancará durante años para tratar luego de
recuperar el tiempo perdido... podríamos decir, copiando al avión.
El carro de Newton
1807 -
1886 Los Pioneros
Dejando
de lado algunos intentos previos, debemos tomar como punto de partida el
año 1886, cuando Karl Benz probaba su triciclo con motor casero, aunque
franceses, suizos y británicos no estén de acuerdo
En
1986, con mayor precisión el 29 de enero, se celebró el centenario de la
motorización. Esto es, de la creación del automóvil, si entendemos por
tal un vehículo liviano y práctico, movido por un motor de
funcionamiento constante y parejo que debe formar parte del diseño o
concepción total del vehículo.
Descartemos
los esfuerzos anteriores, de los que hemos dado una muy somera idea ya que
son innumerables los intentos por valerse de la fuerza del viento, del
vapor o del músculo por lograr hacer realidad el sueño de la
locomoción. Dejaremos también de lado al suizo Isaac de Rivaz,
que desarrolló un motor de combustión en 1807 y al belga Jean Joseph
Etienne Lenoir, que impulsó con gas su motor (construido en 1860) y a
quien corresponde la primacía en la creación de un propulsor de
combustión interna que funcionó.
Lo
cierto es que, a cien años del acontecimiento, aún se discute su origen
auténtico. Los franceses reclaman para si el mérito, discutiendo el
nombre y la nacionalidad del inventor. Para ellos son, de acuerdo a la
patente que obtuvieron el 12 de febrero de 1884, Edouard Delamare
Debouteville y León Malandin. Tan es así que en 1984 Francia
celebró el centenario del automóvil con una exposición gigante en el
Gran Palais de París.
Pero
no hay noticia cierta de que el auto en el que Delamare Debouteville
instaló el motor que había patentado, haya funcionado efectivamente. Las
dudas a este respecto persisten y tras los problemas afrontados, el
inventor no insistió en otros tres experimentos con vehículos movidos por
su motor. En tanto, Nikolaus August Otto, comerciante de Koln, ya
en 1876 había creado una mecanismo que, basado en el ciclo de cuatro
tiempos, sirvió de base para el desarrollo posterior de una tecnología
poco tiempo más tarde.
Tres
alemanes, basados en esa tecnología joven, desarrollaron sus vehículos
de motor. Por una parte Karl Benz probaba en 1886, su triciclo de
motor trasero.
Los primeros ensayos tenían por escenario el vecindario de su casa-taller en Mannheim allá por 1885 y fue patentado el 29 de enero del año siguiente, lo que sirvió de base para considerar la fecha como de nacimiento del automóvil. Tenía dos asientos debajo de los los cuales se ubicaba el motor, un monocilíndrico de cuatro tiempos que, con 985 cm3 y su índice de compresión de 2.68:1 entregaba 0.89 HP. El motor, sin acelerador, giraba constantemente a 400 rpm y se le adaptaron luego juego de engranajes que, al variar las combinaciones utilizadas, permitían cambiar la velocidad del vehículo. Este sería el origen del nombre de caja de velocidades a ese elemento de la transmisión. El embrague se basaba en una correa que se deslizaba sobre dos poleas (al estilo torno viejo) y los escasos cinco litros de combustible del pequeño tanque no otorgaba gran autonomía. El peso en vacío era de 265 Kg y aceleraba de 0 a 20 Km/h en 15 segundos.
Mientras tanto, al tiempo que Niklaus Otto perfeccionaba su motor, formaba una sociedad con Gottlieb Daimler dando origen a la Deutz, productora de motores destinados a usos industriales. Luego es el propio Daimler quien, conjuntamente con Wilheim Maybach, construye un motor y lo adapta a una bicicleta lo que en 1895, da origen a la motocicleta.
Benz
y Daimler estaban separados por unos cien kilómetros pero unidos por la
misma visión tecnológica. Años más tarde formarían la Daimler Benz.
Daimler exportó sus motores a Francia para que los utilizaran Panhard
y Levassor. También Peugeot compró la licencia y para los
alemanes, fue quien consolidó la industria francesa del automóvil. Hay
periodistas europeos que aceptan aceptan que los alemanes inventaron el
auto y los franceses lo desarrollaron con el aporte del ingenio galo.
Muchos
fueron, en verdad, los autos que se fabricaron en uno y otro país con
licencias habilitantes, por lo común en favor de fabricantes franceses.
En
Inglaterra sale, en 1896, el primer Daimler inglés, nacido en la planta
de Coventry. La discusión sobre el origen del automóvil se cuenta entre
estos cuatro países, cuyos defensores más fanáticos aún hablan de si
fue en Alemania, en Francia, en Suiza o en Inglaterra.
Karl Benz patenta, el 29 de febrero de 1886, su triciclo a motor (arriba) en tanto, a 100 Km Daimler ensaya un vehículo autopropulsado de cuatro ruedas
Próximo capitulo: 1887 - 1894 Nace una
industria
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